EL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE NOHEDA

 

Asistimos a una nueva conferencia del Ciclo del nocturno. En esta ocasión el tema fue la historia de un descubrimiento arqueológico (la villa romana de Noheda), el ponente Don José Luis Lledó Sandoval, descubridor de este hallazgo y participante en las primeras excavaciones.

 

 Don José Luis LLedó, natural de Cuenca y psiquiatra de profesión, descubrió en el año 2004 el yacimiento arqueológico de Noheda y lo puso en marcha. A partir de este momento, trata de informarse del mundo de la antigüedad romana con un interés especial por los mosaicos de la época.

 Es autor de numerosos libros tanto de Noheda como de psiquiatría. Nos ha traído algunos ejemplares dedicados para la biblioteca del centro y para el departamento de clásicas.

 

 

 

 A través de imágenes nos narró las distintas campañas de excavaciones y los distintos hallazgos que se fueron encontrando. Los más importantes, sin duda, los mosaicos que aparecen en el triclinium de la villa y la riqueza de teselas que se utilizaron para su elaboración, hasta 12 tipos de mármoles distintos, procedentes de todas partes del Imperio romano (incluso algunas, destinadas a collares, pulseras y pendientes, de oro).

Pero, también nos mostró algunas esculturas que se han encontrado y las termas, cuya excavación se está realizando ahora.

 

Don José Luis reconoció que Noheda fue para él como un parto (símil con su licenciatura en medicina) y como el cuento de la rana y el príncipe (de encontrar unas teselas pasó a encontrar el mosaico figurativo más espectacular del Imperio romano). Además, nos expuso algunas teorías propias, que pueden ser ciertas (el tiempo lo dirá): para él Noheda no es una villa, sino una ciudad de la Via Antonina.

 

El ponente mantuvo la atención del auditorio y fomentó el interés de todos por visitar el Yacimiento arqueológico (es gratuito y sólo hay que reservar por internet)

Baste como muestra que al final de la conferencia se vio rodeado de alumnos que querían preguntarle sus dudas.

Un placer contar con un comunicador capaz de transmitir su entusiasmo por el mundo antiguo.

                        Muchas gracias por dedicarnos su tiempo Don José Luis.